Dawn Chorus

Espai 13

Ciclo
Sonido implícito
Autor
Marcus Coates
Fechas
Comisariado
TRES

Coates reflexiona sobre los límites entre lo humano y lo animal por medio de una forma de experimentación que le permite convertirse él mismo en un animal. Su interés por la ornitología, la zoología y la antropología le ha llevado a desarrollar unas habilidades que le permiten superar su propia cualidad de ser humano y experimentar el mundo a través del cuerpo y la mente de los animales habitando literalmente en su piel. En sus películas, adopta a menudo el rol del chamán y accede así a un “mundo inferior” poblado por pájaros y mamíferos con cuyos espíritus se comunica para intentar comprender la naturaleza de ciertos problemas de difícil solución que interesan a su público, en el nombre del cual actúa. De esa manera, busca revelar en última instancia y mediante su poder de convertirse en algo o en alguien diferente, el rol del artista como fuerza interpretativa en la sociedad.

Los vídeos de Coates nos alejan de nuestra perspectiva antropocéntrica y nos devuelven a un tiempo anterior a la industrialización salvaje y la destrucción de los hábitats, poniendo así de relieve la arrogancia de nuestra especie en su desconsideración por el medio natural. Su interés tanto por lo mágico como por lo racional nos sugiere que quizá no haya necesariamente tanta distancia entre creencia y conocimiento.

La participación de terceros en las transformaciones que practica Coates está cerca de la perfección en Dawn Chorus (2007), una ambiciosa instalación compuesta por diecinueve películas. Cada una de ellas presenta a un cantante que, desde el confort de su propio hábitat doméstico, recrea el canto de un pájaro al amanecer.

Trabajando con el sonidista Geoff Simple, se colocaron micrófonos en los bosques de Northumberland (Reino Unido) durante quince días con el fin de grabar individualmente los cantos de los pájaros durante el llamado “coro del amanecer”. Las grabaciones fueron deceleradas y pasadas a los participantes humanos, todos ellos cantantes profesionales, para que se las aprendieran y las ejecutaran después ante la cámara. El metraje resultante se aceleró posteriormente para adecuarlo a la velocidad real de las grabaciones originales, creando un híbrido de benignos doppelgängers: un oficinista se convierte en un chochín y un anciano se transforma en un faisán. Sus cabezas se mueven erráticamente y sus pechos se expanden y contraen a una velocidad similar a la del pájaro que representan. Lo humano y lo animal se funden de forma extremadamente potente, vívidamente, devolviéndonos a aquellos seres mitad hombre mitad bestia de las mitologías antiguas. Filmado en Bristol, el proyecto es tanto un retrato de la sociedad británica y su idiosincrasia como lo es de nuestro mundo natural.

La exposición se enmarca en el Festival Europes.

Jueves 7 de octubre, a las 20.30 h, performance sonora The Denominator, a cargo del artista, en el Jardín del restaurante de la Fundación.