- Ciclo
- Ciclo: Erase una vez...
- Autor
- Laura Henno
- Fechas
- —
- Comisariado
- Marie-Thérèse Champesme i Pascale Pronnier
Quienes han asistido ya a un eclipse total de sol recuerdan ese momento, inquietante y fascinante a un tiempo, que precede a la llegada de la oscuridad: los animales se callan y se inmovilizan, todo parece detenerse y esperar. Ante las fotografías de Laura Henno (Francia, 1976) experimentamos una sensación parecida, la impresión de que el tiempo está en suspenso, paralizado, y de que en ese intervalo los seres se encuentran abandonados a una fuerza invisible y misteriosa.
En las escenas de interiores , penetramos en la intimidad de adolescentes incomunicadas con el mundo , aisladas en su ensueño , inmovilizadas por la melancolía. En la serie Bed Laura Henno evoca la fragilidad de esas muchachas en el momento de su metamorfosis física. En cambio , en otras imágenes las jóvenes parecen detenidas súbitamente en pleno movimiento. Pero en ambos casos el personaje da la impresión de abandonarse al entorno , dejarse absorber , engullir: la adolescente de Bed 1 se hunde en el edredón y la de Bed 3 se oculta a medias bajo la cama , con la esperanza , sin duda , de encontrar un refugio , en tanto que el personaje de Freezing se hunde lentamente en unas aguas espesas y turbias.
En estas imágenes se adivina el trabajo de la fotógrafa con sus modelos para encontrar la posición exacta en la que el cuerpo se introduce en su envoltorio para fusionarse con el entorno. En cuanto a los paisajes vacíos de cualquier presencia humana, también parecen a la espera, a no ser que la vida esté ahí escondida y aún no hayamos sabido descubrirla.
Las jóvenes que aparecen en las imágenes de Laura Henno se nos presentan claramente como “personajes” salidos de una narración. Pero no sabremos nada de su historia, de lo que miran, de aquello en lo que piensan. Y, en ocasiones, ni siquiera les veremos la cara, ya que nos dan la espalda o han quedado atrapadas en la oscuridad. En efecto, las fotos de Laura Henno se han construido a menudo a partir de contrastes muy acusados de claroscuro: sólo el personaje está dentro de la luz, en tanto que lo que le rodea se ha dejado deliberadamente en la sombra. Incluso cuando la escena está iluminada, como en Freezing –donde una luz macilenta cubre el paisaje de un blancura glacial–, subsiste lo que podría llamarse “el misterio del fuera de campo”: la convicción de que hay ahí algo, de lo que no sabemos nada, que ejerce una invencible atracción en el personaje.
Sin lugar a dudas , la calidad del trabajo de Laura Henno se debe a lo que constituye a un tiempo su inmensa modestia y su fabulosa ambición: no pretende captar , en un “instante decisivo” , lo que sería la personalidad , “el alma” , de un personaje , sino que sabe ir más allá de la anécdota y dejar elementos en la sombra o en el terreno de lo no dicho , para lograr así conservar intacto el misterio de los lugares y los seres.
