La Miró, un espacio arquitectónico único

Un edificio para la obra de Joan Miró y la creación contemporánea

El edificio de la Fundació abrió sus puertas al público el 10 de junio de 1975. Obra de Josep Lluís Sert, arquitecto, urbanista y gran amigo de Joan Miró, y uno de los impulsores en Cataluña de la arquitectura de vanguardia, la Fundació Joan Miró constituye un destacado ejemplo de arquitectura racionalista en Barcelona que, además, incorpora características mediterráneas como el patio central, la azotea y las claraboyas.

El edificio, construido con hormigón blanco y caracterizado por sus formas puras y funcionales, hace hincapié en el aprovechamiento de la luz natural a través de claraboyas y ventanales, la integración armónica con el paisaje y el uso de materiales tradicionales como la cerámica del pavimento y la bóveda tabicada en los techos.

«Este museo debe ser un lugar vivo, sin pretensiones de monumentalidad, humano, con una gran variedad de espacios.» Joan Miró 

El museo se configura en una secuencia de espacios alrededor de un patio central con un olivo que constituye el núcleo del edificio y articula la circulación interior con otros espacios. Este patio remite a otros momentos y lugares del Mediterráneo. Un segundo patio, orientado al norte, ofrece una panorámica de la ciudad, y en la parte oriental del edificio, hay un tercero, el Patio del Algarrobo.

La Fundació se ha ampliado en dos ocasiones: en los años 1988 y 2000. El arquitecto responsable de ambos proyectos fue Jaume Freixa, discípulo y colaborador de Sert, que mantuvo la estética original.