Homenatge a Carles Rahola

Fechas

Homenaje a Carles Rahola

Homenaje a Carles Rahola, una propuesta artística colectiva de la Asamblea Democrática de Artistas de Gerona, abierta a la participación, consiste en varias intervenciones gráficas sobre un soporte uniforme (cartulina blanca de 70 × 50 cm) donde figuraban inicialmente, imprimidos en tinta gris, un retrato ampliado del homenajeado y la frase «Que no torni a aixecar-se el patíbul en el clos august de la noble i estimada Girona, ni en qualsevol altre indret del món» (Que no vuelva a erigirse el patíbulo en el cercado augusto de la noble y amada Gerona, ni en ningún otro lugar del mundo), del contexto de la obra de Carles Rahola La pena de mort a Girona, publicada por primera vez en 1934.
Carles Rahola i Llorens nació en Cadaqués en 1881. Siendo muy pequeño se instaló en la ciudad de Gerona, cuyas piedras conoció y amó. Además de su labor en la Diputación, posteriormente Comisaría de la Generalitat, colaboró con su hermano Dàrius en la redacción de El Autonomista.
Al comenzar el siglo xx, Xavier Montsalvatge, Prudenci Bertrana, Miquel de Palol, Carles Rahola y otros amigos se embarcaron en la empresa de revitalizar la débil actividad cultural gerundense. De estos círculos nacerían la revista L’Enderroch y los Juegos Florarles de Gerona. No hay que olvidar que Carles Rahola fue, desde su creación, el presidente del Ateneo Gerundense (1922), foco cultural de la Gerona de aquellos años.
Como escritor colaboró en más de cincuenta periódicos y revistas de su época. De la treintena de libros y opúsculos que publicó cabe destacar los siguientes: Pequeños ensayos (1905), El llibre de l’August d’Alzina (1910), La dominació napoleònica a Girona (1922), En Ramon Muntaner. L’home, la crònica (1922), La ciutat de Girona (1929), Vides heroiques (1932), La pena de mort a Girona. Segles xviii i xix (1934), Xavier Montsalvatge. Assaig per a una biografia sentimental (1934), Breviari de ciutadania (1933) y Estudis napoleònics (1938).
Republicano y catalanista, su talante romántico y bondadoso lo llevaba a una visión idealista del país y de su futuro. Hombre recto y honesto, fue condenado a muerte por un tribunal militar al finalizar la guerra y fusilado el 15 de mayo de 1939.