China: arte de vivir, arte de sobrevivir

Fechas
Comisariado
Francesc Vicens

China: arte de vivir, arte de sobrevivir

La exposición China: arte de vivir, arte de sobrevivir que presenta la Fundació no se estructura según los criterios racionalistas occidentales, sino de acuerdo con los conceptos poéticos que determinan la creación china. Así pues, consta de los siguientes apartados:

Ser chino y mandarín

El de mandarín es un oficio duro. Hay que aprender filosofía, literatura, historia, ciencia, etc. Asimismo, hay que conocer el Libro de los mil caracteres y el Libro de las cinco reglas. No obstante, junto a una serie de obligaciones, los mandarines disfrutan del privilegio de poseer objetos de extrema belleza, sedas con exquisitos bordados, y el derecho a tener concubinas pertenecientes a las grandes familias. Los mandarines eran los protectores y el sostén de los artesanos del Gran Saber. Pero ¿qué nos queda ahora de los mandarines? Viejas viviendas abandonadas, techos que evocan un arte de vivir extinguido, ropas bordadas con animales simbólicos, viejos libros, gafas hechas con amatistas.

Los materiales

La escasez de determinadas materias, como la madera o el vidrio, la abundante presencia de materiales como el bambú y la habilidad para fabricar otros a partir de la materia prima existente, como la seda, el papel o la cerámica, han condicionado la producción de todo tipo de útiles y objetos en China.

La tradición del papel en China viene de tiempos inmemoriales, lo cual explica que ahí la tipografía apareciera mucho antes que en Europa. Durante miles de años, el papel se usó para sustituir el cristal en las ventanas, para confeccionar biombos y celosías, para separar ambientes, etc.

Por otra parte, la cerámica presenta características diferentes según las regiones, condicionada por el tipo de arcilla y de esmaltes propios de cada lugar.

El arte abstracto no era abstracto

Para la cultura china, el arte no puede no representar nada. Los chinos siempre buscan una interpretación para cualquier elemento abstracto, esté en la naturaleza o en otro medio. Les gusta descubrir paisajes, seres mitológicos o animales sagrados en las raíces, las hojas o las vetas de una piedra.

La recuperación, un arte mayor

En China todo se aprovecha. Los objetos artesanos son a menudo el resultado de reciclar otros materiales. Unos jirones de vestidos viejos pueden convertirse en un collage abstracto, de rara belleza, destinado en última instancia a convertirse en suelas de zapatillas. Existe un rechazo al dispendio, pero al mismo tiempo, detrás de esa filosofía del aprovechamiento, subyace una idea más sutil, que es la posibilidad de dar una nueva forma a un objeto que ya tenía una.

El círculo y el cuadrado

En la estética china predominan dos formas esenciales: el círculo y el cuadrado. El círculo representa el cielo y todo lo que se refiere al mundo espiritual, mientras que el cuadrado representa la tierra y el mundo más terrenal. Redondo es el Templo del Cielo. En cambio, la casa china, el campo del labrador… son cuadrados. En China muchos objetos de la vida cotidiana reproducen estas dos formas como símbolo de la unión entre el mundo material y el mundo espiritual.

Cocina/medicina/naturaleza

En la cultura china resulta muy difícil separar estos conceptos. De forma parecida al aprovechamiento de los materiales textiles, podemos decir que todo lo que entra en la cocina es útil, ya sea para nutrirse, y, por lo tanto, mantener el cuerpo sano, o para recuperar la salud.

Los animales y el arte

Los chinos valoran a los animales por su simbología y los usan para ilustrar todo tipo de objetos, como cometas con imágenes de dragones, cojines con bordados de animales mitológicos, vestidos para los más pequeños estampados con animales que simbolizan la fortuna y la felicidad, gárgolas en los tejados de las casas como símbolo de buenos augurios, la representación del cerdo, que simboliza la abundancia, etc.

La gran atención que dedican a los pájaros y a todos los utensilios que les destinan denota también la importancia que los animales tienen en China.

El grillo

El grillo es para los chinos una fuente de placer, tanto para el oído como para la vista. Algunos de los objetos que muestra la exposición ejemplifican ese culto al grillo: recipientes para combates de grillos, pinceles hechos con pelo de bigote de rata para estimularlos a la lucha o varias cajitas como la que aparece en la película El último emperador.

El armario del coleccionista chino

El chino siente predilección por todo aquello que pueda producirle placer estético. Así pues, recoge todo lo que le llama la atención por su significado, por el material del que está hecho o por su rareza: pipas, pinceles, objetos curiosos, gafas hechas con amatista, todo trabajado con gran minuciosidad y un elevado sentido estético.

Comunicar: arte y necesidad

La escritura no sirve tan solo para transmitir información, sino también para manifestar deseos y alentar a emprender una acción. Pero la escritura no es el único medio de comunicación. El teatro de sombras y la ópera cuentan con una larga tradición y una gran popularidad.

La Revolución Cultural

La comunicación no verbal se convirtió en la principal herramienta de propaganda para la Revolución Cultural. La imagen de Mao y los hechos cívicos y humanitarios que se le atribuían invadieron la imaginería de la China de la época.

Ser chino y campesino

El ojo occidental de nuestro tiempo, acostumbrado a valorar la calidad matérica en la creación artística, la pobreza y la simplicidad de los materiales, encontrará en este apartado una serie de coincidencias inconscientes entre la estética de nuestro tiempo y las formas –a menudo milenarias– de las herramientas del campo, la peculiar forma de embalar con cuerda los objetos o los diferentes artefactos para transportar animales domésticos.