Juan López. Hoy no aspiro a nada

Fechas
Comisariado
Jorge Díez
Juan López Hoy no aspiro a nada Juan López construye sus obras con señales, imágenes y mensajes; en intervenciones tanto en espacios urbanos como en espacios expositivos. En ambos casos, altera el espacio previo y superpone una nueva capa simbólica, realizada con los recursos utilizados por la publicidad que inunda las ciudades: descontextualizaciones, apropiaciones, ambigüedades, imágenes, textos, fotografías, carteles y grafitis. Se sirve para ello de herramientas artísticas diversas: dibujo, forma, color, composición y collage. Pese a que la publicidad y las artes visuales comparten actualmente recursos y herramientas, el objetivo aquí es distinto: sorprendernos y sacudirnos del amodorramiento consumista con el que nos envuelven los reclamos publicitarios, rebuscados y falsamente atrevidos. Las obras del artista aportan una reflexión sobre la realidad que nos rodea, incluidos los mecanismos de la práctica artística. Esta vez, Juan López, que ha tomado como referencia los collages de Joan Miró y el interés común por el uso de materiales sencillos al alcance de sus manos, ha intervenido en los muros del Espai 13 con técnicas tan variadas como el dibujo o la videoinstalación. Con este trabajo prosigue sus intervenciones murales, en las que modifica la visión del espacio mediante el dibujo con cinta aislante y los vinilos de imágenes fotográficas. A partir de obras anteriores, como Satán Mola —New Grecas Specific Project, en la que combinaba la videoproyección de personajes a tamaño real con el dibujo mural—, surgió la idea de que el movimiento ocupara todos los muros de la sala en forma secuencial. En Hoy no aspiro a nada ha tomado por motivo principal a los traceurs, que es como se llaman los practicantes del parkour, disciplina deportiva que consiste en desplazarse por el medio urbano o natural superando de la forma más fluida posible los obstáculos que se presentan en el recorrido, como vallas, muros o el mismo vacío, sirviéndose únicamente de los recursos que ofrece el cuerpo humano. El resultado final recrea una serie de obstáculos dibujados en las paredes y la prolongación, también dibujada, de elementos visibles o escondidos de la sala, como tuercas, tuberías, humo o pulsadores enormes; la estructura fijada al techo como soporte de los videoproyectores refleja una falsa sombra convertida en el encuadre a modo de viñetas por las que se mueven los traceurs. Estos personajes proyectados a escala real recorren las paredes, en un movimiento continuo, impulsándose para dar los saltos y piruetas en los objetos y elementos dibujados, introduciéndose en alguno para reaparecer en otro sitio. Por último, en un rincón escondido a la vista general de la intervención, aparece un dibujo autónomo con la críptica frase «¿Sabías que 3M nació en las peluquerías?», apropiación por parte del artista de un mensaje publicitario en clave de ironía doméstica sobre el uso de la cinta adhesiva.