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Estas últimas semanas hemos hablado mucho de archivos. La exposición Miró-ADLAN. Un archivo de la modernidad (1932-1936) ha hecho que nos percatemos de la importancia de guardar y conservar bien papeles y documentos que de entrada pueden no parecernos relevantes. Dibujos, postales, cuadernos, recortes de prensa, entradas de conciertos o exposiciones, carteles míticos, programas de ópera…, toda esta miscelánea documental no solamente puede representar un recuerdo de gran valor sentimental, sino que conforma un legado que puede ser de gran interés. Anna Ferran, especializada en la conservación preventiva y restauración de papel, nos brinda algunas sugerencias.

30_04_2021

Cómo preservar los recuerdos

Muy a menudo, los archivos domésticos han servido para ilustrar hechos y momentos históricos importantes. La documentación que se guarda a lo largo de los años es un tesoro que hay que preservar para las generaciones futuras.

Para aprender a conservar nuestros documentos realizaremos previamente un recorrido por las causas de degradación que los pueden afectar y, de este modo, trataremos de incidir en los riesgos y minimizarlos.

Causas de degradación y sus efectos

Podemos clasificar las causas de degradación en dos grupos: las degradaciones motivadas por los elementos que componen los documentos (que denominamos causas intrínsecas) y las provocadas por elementos externos a los documentos (que denominamos causas extrínsecas).

Las causas intrínsecas están relacionadas con los materiales de composición de los documentos, que por su propia naturaleza pueden degradarse. Por un lado, tenemos el soporte, que mayoritariamente es papel o pergamino. El papel es un material de composición vegetal (está fabricado a partir de fibras vegetales: lino, algodón, cáñamo, madera) y el pergamino es un material de composición animal (se fabrica a partir del tratamiento de la piel de oveja, de cabra o de vaca, mayoritariamente). Por otro lado, tenemos los elementos sustentados, ya sean procedimientos secos, como el pastel o el carboncillo; grasos, como el lápiz Conté; tintas caligráficas o de impresión; técnicas acuosas, como la acuarela o el gouache; etc.

Las tintas metaloácidas tienen efectos corrosivos sobre el soporte de papel.

Las causas extrínsecas están relacionadas con los agentes externos a los documentos pero que los afectan de forma directa; ya sean las condiciones ambientales (temperatura, humedad relativa, luz, contaminación), los agentes biológicos (insectos, microorganismos, roedores), las acciones antrópicas (manipulación, manchas, elementos metálicos añadidos, etc.) o las situaciones catastróficas (incendios, inundaciones, etc.).

Los efectos de estas causas de degradación son los daños que observamos en los documentos y que denominamos alteraciones o degradaciones.

Las alteraciones pueden tener forma de rasgón, de agujero, de ondulación, incluso forma de mancha de distintos colores, y pueden ser derivadas de la acción de los insectos, de la manipulación de las personas o de las condiciones ambientales.

La temperatura y la humedad elevadas pueden ser desencadenantes de reacciones químicas que afectan a la estabilidad de las tintas o de la propia celulosa del papel. También pueden desencadenar la proliferación de hongos capaces de descomponer la celulosa con fines nutricionales y dejar manchas de varias coloraciones sobre el soporte de papel.

Si podemos determinar el origen de las degradaciones de nuestros documentos y controlar su acción, podremos mejorar la pervivencia de la documentación. Ciertamente, no todas las causas son controlables, pero sí que podemos minimizar su acción siguiendo unas recomendaciones básicas de conservación.

Los insectos excavan galerías que pueden atravesar todo el bloque de un libro de arriba abajo.

Una buena conservación de los documentos

A fin de garantizar una buena conservación de los documentos que preservamos en casa podemos incidir en una serie de factores.

  • El espacio

Un espacio adecuado para la conservación de los documentos debería tener un ambiente estable y ventilado, pero que evite las oscilaciones fuertes de temperatura y humedad relativa. Deben evitarse fuentes de calor próximas, como aparatos de aire acondicionado, estufas o radiadores, así como las zonas más húmedas y expuestas de las casas (sótanos, garajes o desvanes).

Es importante evitar la luz natural directa y filtrarla con cortinas o estores. La radiación lumínica contiene radiaciones ultravioletas e infrarrojas que son causantes de la decoloración y el desvanecimiento de las tintas, así como de la resecación y las deformaciones de los soportes.

  • La limpieza

Debe llevarse a cabo una limpieza periódica del espacio de almacenamiento y del mobiliario. Las partículas de polvo depositadas sobre los objetos pueden tener una acción abrasiva, corrosiva y ser causantes de contaminación biológica. Asimismo, el polvo depositado sobre los documentos actúa como captador de vapores ácidos o de la humedad del aire.

Podemos llevar a cabo la limpieza de nuestros documentos con paletinas de pelo blando (pelo de cabra) pasándolas suavemente por encima de la superficie de la documentación. En el caso de las fotografías, que presentan una superficie muy sensible a las abrasiones, es más recomendable utilizar una pera de aire.

Limpieza con paletina de pelo blando de una carta familiar y con pera de aire de una fotografía.

  • La manipulación

Cuando manipulamos documentos o fotografías es cuando podemos causar más daños. Se desaconseja enrollar o plegar la documentación, dado que con el paso del tiempo las deformaciones pueden derivar en rasgones.Hay que manipular la documentación con las manos limpias, con guantes o utilizando cantoneras para evitar la formación de manchas o de huellas dactilares. Las cantoneras las podemos fabricar recortando y plegando fragmentos de papel neutro en forma redondeada o triangular.

Manipulación de una fotografía con cantonera triangular y ejemplo de cantoneras que podemos elaborar con papel neutro.

Siempre que sea posible, a la hora de transportar un documento lo colocaremos sobre un soporte rígido auxiliar (carpetas, cajas o bases de cartón); de este modo evitaremos crear pliegos o deformaciones innecesarios.
En el caso de los libros, se recomienda no forzar la apertura del lomo para que no sufra el cosido de las encuadernaciones. Muy pocos libros permiten una apertura de 180 grados sin padecer daños estructurales. Para facilitar esta apertura respetando cuanto nos permite cada libro, se recomienda emplear atriles, que podemos elaborar con triángulos de cartón neutro.

Atriles triangulares elaborados con cartón pluma neutro.

  • Los elementos de protección y almacenaje

A la hora de almacenar nuestra documentación, deberíamos disponer de contenedores que eviten la penetración de luz, polvo, contaminantes atmosféricos e insectos, y que reduzcan las variaciones de humedad relativa en el interior.Para proteger y ordenar los documentos podemos colocarlos dentro de cajas, carpetas o camisas respetando las agrupaciones de quien los generó o reunió. En la medida de lo posible, se recomienda hacer uso de materiales neutros, evitar los plásticos y utilizar papel de calidad para elaborar las camisas1.

Ejemplos de cajas de conservación para fotografías y libros y de materiales que deben evitarse a la hora de almacenar o agrupar nuestros documentos:

Inconvenientes Alternativas
Protecciones de plástico No son estables a largo plazo. Generan electricidad estática. No son transpirables. Papel neutro de calidad. Plásticos estables que hayan pasado el PAT2.
Cintas autoadhesivas
(celos)
El adhesivo se acidifica y el material de soporte de plástico o papel termina desprendiéndose.
Pierden su función de sujeción y generan manchas oscuras muy difíciles de eliminar.
Existen cintas autoadhesivas, denominadas de conservación, con adhesivos neutros, pero a largo plazo generan problemáticas similares.
No existe una alternativa idónea.
Elementos metálicos
(clips, grapas, agujas)
Con el tiempo se oxidan y pueden llegar a perforar el papel. Podemos agrupar los documentos relacionados con camisas de papel neutro.
Gomas elásticas En condiciones de temperaturas elevadas pueden ablandarse, de tal modo que quedan adheridas a la documentación. Con el tiempo se resecan y se vuelven rígidas y quebradizas. Cinta de tela blanca de algodón.


Por último, hay que añadir que siempre que nos encontremos ante degradaciones que nos generen dudas o que consideremos que requieren una intervención de conservación o restauración debemos dirigirnos a los profesionales especializados en este ámbito3.

 

Para saber más:

 

*Notas:
1  Las camisas consisten en hojas de papel plegadas por la mitad de tal forma que pueden contener documentos en el interior.
2   PAT: photographic activity test (ensayo de actividad fotográfica). Es una prueba estándar ISO que se detalla en la norma ISO 18916:2007 y que evalúa los materiales para la calidad de archivo.
3  Conservadores-Restauradores Asociados de Cataluña.

 

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